Murió Caloi. Sí, la gente buena y talentosa también se muere. La noticia me llevó inmediatamente a recordar que el primero de los dibujos autografiados por un humorista gráfico que obtuve fue obra de Caloi. Adolescente y tímido, fue una hazaña animarme a pedírselo tras una charla suya en una institución de arte, pero su calidez solucionó el tema y me fuí con una alegría inmensa. Esa misma alegría que él nos regaló desde los años '60 hasta hoy. Y no sólo con su querido Clemente, sino también con sus grandes dibujos dominicales, de los cuales surgió uno de los mejores libros recopilatorios de humor gráfico que he leído: "Humoris Causa".
Ahora, las sensaciones no me dejan lugar para mucho más. Ya habrá tiempo para subir imagenes. Pienso en las tantas y tantas generaciones que hemos crecido y vivido junto a sus trabajos. Por eso, rectifico lo que expresé al comienzo: Caloi no murió, está y estará en el recuerdo de todos. Como Ferro, como Fontanarrosa, forma parte de nuestras vidas. De la parte feliz de nuestras vidas.
Una verdadera pena! Pero como bien decis, Luis, estos artistas se mantienen vivos gracias a sus obras.
ResponderEliminarUna abrazo
Eduardo
Seguro, Eduardo. Caloi es de los grandes-grandes, lo han recordado en muchas partes del mundo. Gracias por comentar!
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