Mangucho sorprende a sus amigos y los abandona en el peor momento. Mientras tanto, Agustín parece encaminarse hacia su triunfo definitivo. Sin embargo, el niño nos demostrará que el mismo medio que se utilizó para hacer el mal, también puede servir para hacer el bien. Todo depende del corazón de quien lo utilice...
Genial, Luis!
ResponderEliminarEl pueblo quiere más!
Abrazo!
Fabio, en los próximos días subo otras historietas de Battaglia.
ResponderEliminarDesde acá siempre respondemos al pueblo, como mi apellido lo indica, ja,ja...
Un abrazo!
EXCELENTE MUCHAS GRACIAS POR SUBIRLA
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