Pero volvamos a Afanancio: como su nombre lo indica, es un ladrón que, con o sin necesidades de por medio, encuentra en el robo una particular diversión y su modo de sorprender a la gente a la manera de una simple broma. No es todo. Muchas veces ejerce la profesión a pesar suyo, como si una fuerza indominable lo condujera, de tal manera que él mismo suele asombrarse de lo que - de pronto - tiene entre sus manos. Sin embargo, puede llegar a actuar (muy a conciencia) como un Robin Hood porteño. Querible cleptómano, es hábil y veloz como ninguno.
Las imágenes que siguen corresponden a distintas etapas de la historieta, explicadas al pie de las mismas. Tengamos en cuenta algunos detalles:
- Afanancio comienza vestido de preso, luego utiliza un piloto, más tarde un saco con una remera a rayas (que sigue delatando sus intenciones) y finalmente una polera que le otorga un aspecto más cercano al ciudadano común. Estas características tienen su correlato en su manera de proceder: desde un ladrón entre rejas hasta un sobrino con cierta dósis de arrepentimiento en base a los consejos de su tía Inmaculada (nombre que se las trae, dicho sea de paso), llegando - en ocasiones - a darle una mano a la mismísima policia (¿y perdiendo así parte de su natural encanto?).
- La gorra es la única característica de su atuendo que se conserva a lo largo del tiempo. Es el elemento que lo define, aún a costa de sacrificar (ante los lectores) la mirada. Por lo tanto es la boca la que se hace cargo de transmitir sentimientos y sensaciones. Mientras que el cuerpo, pleno de movimiento, vivacidad y plasticidad (aspectos que Mazzone dominaba como pocos), complementa a la anterior en esa faz expresiva.
Izq:Afanancio como personaje secundario (Rico Tipo nro. 31, 1945). Der: En la misma revista (nro. 171, 1948), ya con tira propia
Entre fines de los 50 y comienzos de los 60 Afanancio participa algo tímidamente de las páginas de las recién llegadas publicaciones Capicúa y Piantadino. Esta historia pertenece al nro 1 (1959) de la primera de las mencionadas
Finalmente, el simpático ladrón tiene (desde 1963) revista propia: En este caso la aventura corresponde al nro. 9 (1964). Más tarde, el autor delegaría la tarea de realizar la historieta a sus colaboradores, dedicándose casi en exclusividad a ilustrar las tapas
Imagen a color: Afanancio nro. 6 (1963)