En tanto, Ediciones de la Urraca a través de ese gran emprendedor que era Andrés Cascioli comenzaba a publicar Hora Cero en su nueva etapa. Esta excelente propuesta contaba con las firmas de Oswal, Albiac, Lalia, Ricardo Barreiro, Juan Giménez, Peiró, Lizán, Oesterheld, Zoppi, Saccomanno y otros cracks de la historieta.
Y cada número tenía un suplemento titulado Risas Argentinas, dedicado, claro está, a nuestros grandes humoristas gráficos. Por allí desfilaron Divito, Calé, Battaglia, Medrano...En todos estos casos se trataba de notas recordatorias, con muy buenos análisis, pero los autores ya habían fallecido unos cuantos años atrás o poco y nada se sabía de ellos (Battaglia). Entonces, los únicos al alcance de un reportaje eran Torino y Mazzone. Ya mayores pero con la calma interior de unas vidas bien vividas, relataban sus mundos a Pablo de Santis y al gran Fabián Polosecki, respectivamente. Y le regalaban a ellos, a la revista y a los lectores algunas ilustraciones inéditas.
Lamentablemente, la publicación sólo llegó a los seis ediciones y esta serie tan valiosa quedó inconclusa. Es que en el número 1, además de los mencionados, se anunciaba a Ferro, Mirco Repetto, Fola, Vidal Dávila y prometía seguir...
(número 4, septiembre 1990)
(número 5, octubre 1990)
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