Vidal Dávila (José Devila) nació un 31 de agosto de 1916. Desde los inicios de la década del 30 (donde firmaba como J. Vidal) hasta comienzos de la del 70 fue el creador de una gran variedad de historietas, tanto humorísticas como de aventuras.
Entre las primeras se encuentran Vago Vaguini & Cía (en Barrilete), Las andanzas de Chancleta (Mustafá), La rana Charquito (Figuritas), Rulito el gato atorrante (El Tony) (1) - todas ellas pertenecientes a la década del 30 -, Ocalito y Tumbita (Billiken, 1943), Locomóbile (Medio Litro, años 40), Mónico y Goruta y Picota-detectives de ocasión (ambas en Don Fulgencio, década del 40), Los mellizos Tiki y Toko (Mundo Infantil, 1955 y El "Che" Bartolo, años 60) y Don Boyo y Monicoco (Anteojito, durante los 60). También tuvo a su cargo secciones humorísticas en la revista Suspenso y en el Libro de Oro de Patoruzú.
Con respecto a las segundas, podemos citar a: Douglas Watson y El solitario (las dos en Mustafá, 1931 y 1935, respectivamente), En busca del tesoro blanco (1935), La marca de acero (1935), Kharú el hombre misterioso (1937, con guión de Leonardo Wadel), Kochang, Dick y los piratas amarillos, El capitan Walter-terror de los aires (Fenómeno, 1941), Titanes del espacio (Mundo Infantil) y Hora Cero (Anteojito, 1966).
Ocalito y Tumbita
El primer lustro de los 40 se inscribe entre los más dramáticos de la historia: La Segunda Guerra Mundial era el tema predominante. Sin embargo, había un pequeño espacio para algunas buenas noticias: Llegan al cine Pinocho y Fantasía, aparecen El Pájaro Loco y Dumbo, se edita El Principito y nace el gato Silvestre. En el deporte brilla Sugar Ray Robinson. En nuestro país los radioteatros tiene un éxito enorme, Juan Manuel Fangio comienza a destacarse, y en el fútbol se luce "La Máquina".
Mientras tanto, los más renombrados personajes de este excelente e innovador dibujante se publicaron a partir de 1943 en la revista Billiken, durante la época de apogeo de las portadas de Lino Palacio y bastante antes de la llegada de Pi-Pío, de Manuel García Ferré.
1215 (1 de marzo de 1943)
1216 (8 de marzo de 1943)
1241 (30 de agosto de 1943)
Los cuadros combinaban el blanco, el negro, algunos grises y la presencia con mayor o menor incidencia de los tonos rojizos. Sin embargo, en algunas ocasiones, la página se presentaba a todo color. Extrañamente, a partir de la segunda mitad de los 40, su espacio se redujo a 2/3 de página (unos 8 cuadros en lugar de los habituales 11 o 12).
Ocalito (el flaco) y Tumbita (el gordo) eran dos simpáticos vagos que no desaprovechaban cuanta ocasión de comer o ganar dinero fácilmente se les presentaba. Pero, claro, la mayoría de las veces su plan fracasaba y terminaban perseguidos por los estafados de turno, o frustrados en sus propósitos, o incluso alguno de ellos enojado con el otro (según quien "metiera la pata").
El movimiento de los personajes, el horizonte curvo, los inusuales puntos de vista y un clima hiperactivo otorgan un gran dinamismo a las historias; con seguridad características que atrapaban a los pequeños lectores de Billiken y a sus propios hermanos mayores y padres...
1270 (20 de marzo de 1944)
1314 (22 de enero de 1945)
1316 (5 de febrero de 1945)
1322 (19 de marzo de 1945)
1354 (15 de octubre de 1945)
1384 (27 de mayo de 1946)
En varias de estos escaneos se puede observar la presencia de particularidades bastante llamativas: cartelitos, graffitis sobre alguna pared o ratoncitos viviendo su propia aventura en paralelo con la de nuestros héroes aportan un atractivo adicional, que siempre suma y nunca distrae de la lectura de la escena principal.
Por este motivo, he subido una de las páginas cuadro a cuadro (como alguna vez lo hicimos con Patoruzú), para no perder ninguno de estos detalles (al menos hasta que cada cual descargue el resto del material en su compu).
1372 (18 de febrero de 1946)
La historieta llegó a publicarse durante los 60 en Anteojito, e incluso a comienzos de los 70 en la propia Billiken: un incremento en su gracioso delirio, tanto en las situaciones como en la apariencia de sus protagonistas, hablan de su evolución como dibujante (como bien señala Diego Parés en El Oficio del Plumín).
Poco tiempo después, el 15 de diciembre de 1974, Vidal Dávila muere a la edad de 58 años. Muy pronto para un artista que hubiese brindado todavía muchas páginas de humor para grandes y chicos. Quizá tan pronto como fue olvidado. Últimamente - por suerte - algunos valiosos blogs lo han recordado. Sonrisas Argentinas se agrega con orgullo a ellos.
(1) V.D. fue el segundo de los cinco dibujantes que se encargaron de la historieta.
Bibliografía:
Gociol, Judith y Rosemberg, Diego:
La Historieta Argentina - Una historia (Ediciones de la Flor, 2000).
AAVV: Billiken - La vuelta a la infancia en 80 años (Edición especial perteneciente a la revista Billiken número 4170 del 29 de noviembre de 1999, Editorial Atlántida).
Web:
Oscar Vásquez Lucio en
Siulnas Historiador (blog).
Carlos R. Martínez en
Mil Plumines de la historieta argentina (blog).