Maestros

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martes, 26 de mayo de 2015

Inspector Antifaz y el enigmático Ratonius Ratus




 Ratonius Ratus solía desafiar la sagacidad del inspector Antifaz 



En 1967, tres años después de la aparición de la revista Anteojito, llegaba a los kioskos Antifaz - ¡Super aventuras en acción y color! donde el ingenuo y despistado tío de Anteojito se transformaba en un inteligente detective, de llamativa serenidad ante las dificultades que cada caso le presentaba o frente a la peligrosidad de los malvados de turno. Lo acompañaba -a la manera de un Watson, pero de orígen uruguayo- Zanzíbar Joe, fanático del mate a más no poder, y que además se caracterizaba por sus torpes intervenciones y por su afición a hablar rimado. 
La mayor parte de las entregas se publicaban en blanco y negro; en otras ocasiones las coloridas versiones parecían quitarle a la tira cierto aire de clima policial cinematográfico. 

El principal enemigo de Antifaz durante los 44 números que se editaron fue Ratonius Ratus -misterioso individuo al estilo de los científicos locos- que resultaba atractivo debido al interés de los chicos por conocer su verdadera identidad. 

El guionista de Inspector Antifaz y Zanzíbar Joe era nada menos que Carlos Trillo, quien por ese entonces rondaba los veinticinco años y ya había trabajado para la Editorial Dante Quinterno y para Misterix. En Antifaz también se encargaría de las historias de La Familia Panconara - Una familia muy rara  y de varias de las del Topo Gigio. En tanto, el dibujante permanece -al menos para nosotros- entre las incógnitas a resolver. Recordemos que tanto esta historieta como el resto de las de la editorial llevaban bajo su título solo la leyenda "Producciones García Ferré"...

Pasemos entonces a la aventura en cuestión. Pertenece al número 7 de la revista, abarca 32 páginas (escaneadas con algunas imperfecciones debido a la austera y frágil encuadernación) y -fiel al espíritu de la misma- se titula La Mano verde:






 


 


 


 







 


 

 


 


 







 


 


 


 


 


 




 






domingo, 24 de mayo de 2015

Hermenegildo Sábat, Doctor Honoris Causa (UBA)



El caricaturista, artísta plástico, docente, periodista y fotógrafo Hermenegildo Sábat recibió hace unos días esta importante distinción de la Universidad de Buenos Aires. Sábat, ganador de los Premios Konex y Moors Cabot y declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, nació un 23 de junio de 1933 en Montevideo, Uruguay. Ha publicado numerosos libros, entre los cuales se encuentran Al Troesma con cariño, Sentido Pésame, Una satisfacción tras otra, La casa sigue en orden y Que no se entere Piazzolla.
Las dos notas que siguen pertenecen a la página de la UBA (sobre la distinción en sí) y al sitio La Verdad on line (que traza un extenso perfil del artista):




UBA


Hermenegildo Sábat recibió el título
 de Doctor Honoris Causa
22.05.2015 | CULTURA - UBA 
El artista estuvo acompañado por la decana de la Facultad de Psicología, Nélida Cervone,
 y por el secretario de Relaciones Institucionales, Cultura y Comunicación de la UBA, Jorge Biglieri.
Sábat aseguró que "esta distinción va dirigida a una sucesión de individuos que viven todos integrados en mi persona" 


El artista Hermenegildo Sábat recibió el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de Buenos Aires. El artista estuvo acompañado por la decana de la Facultad de Psicología, Nélida Cervone, quien hizo un repaso por la vida del historietista, destacando los antecedentes artísticos de su familia; y por Jorge Biglieri, secretario de Relaciones Institucionales, Cultura y Comunicación de la UBA. Cervone destacó que los dibujos de Sábat “recorrieron tanto lo más difícil como lo excelente de la Historia de la Argentina. 
Esta distinción se le otorga por ser uno de los caricaturistas políticos más reconocidos de Latinoamérica, tanto a nivel nacional como internacional”. 
Sábat confesó que “fui muy malo en las aulas, me aburría mucho y para entretenerme hacía caricaturas de mis profesores y compañeros. Esta distinción va dirigida a una sucesión de individuos que viven todos integrados en mi persona”. 
Entre los considerandos de la resolución del Consejo Superior se destaca que Sábat “publicó sus primeros dibujos a los quince años en el diario Acción de Montevideo”, que “ha sido profesor titular de Dibujo en la carrera de Diseño Gráfico de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de esta Universidad desde la creación de la carrera”, que “actualmente es Presidente de la Academia Nacional de Periodismo”, que “ha realizado numerosas exposiciones de dibujo, pintura y fotografía en el país y en el exterior, destacándose sus retrospectivas en el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo, el Museo de Arte de San Pablo y el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, que “sus comentarios en forma de caricatura se han publicado en el exterior, entre otros medios en Le Monde, L’Express, The New York Times y O Globo”.
Esta es la distinción mayor que concede la Universidad de Buenos Aires. En el caso de la cultura, se concede a figuras que se hayan destacado por sus aportes, hayan tenido o no un vínculo con la UBA.


UBA

ENCUADRE 
Un tal Sábat 
Por Ismael A. Canaparo
http://www.laverdadonline.com/


A Hermenegildo Sábat no le gustaba la escuela. Lo dijo muchas veces: “A mí nunca me gustó el estudio”. Y agregaba, para ratificar lo anterior: “Fui muy malo en las aulas. Me aburría mucho y para entretenerme, hacia caricaturas de mis profesores y compañeros”. 
En un reportaje que le hizo Guillermo Saccomanno (talentoso escritor y guionista de historietas), dijo que admiraba a Quino, Francisco Solano López, Eduardo Risso, Enrique Alcatena, Caloi, José Muñoz, Horacio Altuna, Andrés Cascioli y Juan Giménez, explicando por qué cree que aún más grande es Hugo Eugenio Pratt, historietista italiano, creador del personaje de Corto Maltés. Consideraba, además que los humoristas eran en general “más plásticos, más valiosos” que los historietistas. 
Hermenegildo Mariano Sábat Garibaldi (conocido también como Menchi Sabat) nació el 23 de junio de 1933, en Montevideo, y se nacionalizó argentino en 1980. Pertenece a una familia de notables artistas: su padre fue el dibujante, periodista y escritor Juan Carlos Sábat Pebet. Su abuelo, Hermenegildo Sábat Lleó, nacido en España, llegó a Uruguay a corta edad, se dedicó a la pintura y fue un popular caricaturista. 
Publicó sus primeros dibujos a los quince años en el diario Acción de Montevideo. Trabajó como fotógrafo, impresor ófset, redactor y periodista. En 1965 fue nombrado redactor del diario El País, pero luego tomó la decisión de renunciar, argumentando que no deseaba asumir la tarea de conducir un periódico. A partir de allí, abrazó su vocación de artista plástico. 
Ya en la Argentina desde 1966, empezó con enormes bríos a desarrollar su carrera de caricaturista en el diario La Opinión, las revistas Primera Plana y Atlántida y desde 1973 en el diario Clarín, donde ilustra la página de política.
Sábat cree que Oesterheld abrió caminos. “Su importancia, que tardíamente comenzó a valorarse, es muy grande. Se puede hablar del dibujo y la historieta antes y después de Oesterheld, en todo el mundo. Los guionistas posteriores son hijos suyos. Héctor era un hombre que se ponía delante de una maquinita de éstas (toca el grabador) y hablaba. Después, escribía y dibujaba”, dice Menchi.


Antes que Sábat lo recibieron Quino, el dramaturgo Mauricio Kartún, 
la familia del músico Aníbal Troilo, la familia del cineasta y cantante Leonardo Favio,
 y el director de teatro y coreógrafo Oscar Araiz.  ( Fotografía: www.arsomnibus.com.ar)


Tiene en su haber numerosos homenajes y reconocimientos. Recibió el Premio Konex, Diploma al Mérito otorgado por la Fundación Konex en 1982; el premio María Moors Cabot, entregado por la Universidad de Columbia en 1988; fue declarado “personalidad emérita de la cultura argentina” y “Ciudadano Ilustre de la ciudad de Buenos Aires” en 1997; recibió el título de doctor honoris causa de la Universidad de la República (Uruguay) y fue declarado “Ciudadano Ilustre de Montevideo” (en 2003), entre otros galardones. 
Sábat ha sido reconocido, además, por su “conducta intachable frente al poder”. Dio su testimonio en el filme “Gardel, el alma que canta”, dirigido en 1985 por Carlos Orgambide. Actualmente es miembro de la Academia Nacional de Periodismo. 
En su momento, exactamente al día siguiente de la coronación de la Argentina en el Mundial de 1978, publicó en Clarín una caricatura de Jorge Rafael Videla y la del Matador Kempes, cuando éste se dirige como una tromba hacia el dictador. El gobierno militar lo acusó de minimizar la figura del presidente de facto, pretendiendo insinuar que “el jugador va con la intención de agredir al mandatario” (sic). Increíble, pero cierto. También realizó dibujos caricaturescos sobre otros personajes del fútbol, como José Manuel Moreno, al que admiraba muchísimo, porque coincidían en la amistad con otro grande, Aníbal Troilo. 
Además, su mágica pluma se contagiaba con ese deporte, pese a que sus trabajos tenían claramente una orientación política. Es así que desfilaron desde Amadeo Carrizo hasta Carlos Peucelle, pasando por Emilio Masantonio, Severino Varela, Pescia, Lazzatti, Angel Labruna, Néstor Rossi, Adolfo Pedernera, Ricardo Infante y Félix Loustau, entre otros cracks de la época. Casi todos se publicaban en la sección deportes de la revista Primera Plana.


Junto a Magdalena Ruiz Guiñazú (Perfil)


Una vez le preguntaron si Montevideo está presente en sus dibujos. “No, porque le soy fiel. No la conozco tanto como para trasladar por lo menos el espíritu al papel. Yo puedo ir y sacar una foto, por ejemplo, de la calle Río Negro y 18 de Julio, y esa esquina la reproduzco tal cual. Pero eso no es más que una copia de una realidad momentánea. A lo mejor dentro de un año a esa esquina la tiran abajo, hacen un rascacielos y se acabó. Lo que quisiera graficar es el espíritu de Montevideo, no la realidad material. Para eso tendría que haber vivido allá”, contestó. 
A lo largo de su trayectoria, Sábat fue un constante innovador. Es que las innovaciones se producen cuando determinados textos que ilustra el profesional lo obligan a enfocar una gráfica adecuada para llegar al lector. Menchi lo consiguió con creces porque fue buscando, con la mayor propiedad, darle toda la efectividad a sus dibujos, entre la violencia o la dulzura que tenga ese proyecto deseado. Suele reconocer, en rueda de amigos, que su dibujo no es un producto potable. 
Asumió con tranquilidad las críticas que le propinó Cristina Fernández de Kirchner, cuando publicó una caricatura de ella. En esos días, la Presidenta le apuntó a la ilustración del periodista y artista plástico, calificándola como un "mensaje cuasimafioso". El editor general de Clarín, Ricardo Kirschbaum, defendió a Sábat, asegurando que "El Gobierno no entiende lo que es el papel de la prensa en una sociedad democrática. No desde ahora, sino desde la anterior gestión tiene una apreciación equivocada de lo que debe ser la labor del periodismo. Me parece una exageración lo que dijo sobre el papel de la prensa cuando el periodismo dice algo que no se ajusta al deseo oficial". 
Es ganador del Premio Nuevo Periodismo CEMEX+FNPI, en la modalidad Homenaje, entregado por CEMEX y por la Fundación Nuevo Periodismo, organismo que estaba presidido por Gabriel García Márquez. En 2009 participó con un original de una caricatura de El Dante, realizado para el diario Clarín, en la muestra Bicentenario: 200 años de Humor Gráfico, que el Museo del Dibujo y la Ilustración realizó en el Museo Eduardo Sívori de Buenos Aires, homenajeando a los más importantes creadores del Humor Gráfico en la Argentina. 



Diario Clarín

En los últimos días, Hermenegildo Sábat fue nombrado Doctor Honoris Causa de la Universidad de Buenos Aires. Lo decidió el Consejo Superior por iniciativa de Jorge Biglieri, secretario de Relaciones Institucionales, Cultura y Comunicación y pasó primero por la Comisión de Enseñanza de la Universidad. Es el reconocimiento mayor que concede la UBA. En el caso de la cultura, se distingue a figuras que se hayan destacado por sus aportes, hayan tenido o no un vínculo con la universidad. Antes que Sábat lo recibieron Quino, el dramaturgo Mauricio Kartún, la familia del músico Aníbal Troilo, la familia del cineasta y cantante Leonardo Favio y el director de teatro y coreógrafo Oscar Araiz. 
La distinción fue entregada anteayer, en el Salón Histórico del rectorado de la UBA. Sábat la recibió de manos de Nélida Cervone, decana de la Facultad de Psicología, y dijo: “Tengo que hacer algunas precisiones. Nací en un ámbito de gente culta, pero no soy académico, fui autodidacta y, a veces, lo lamento”. 
Menchi no estuvo solo en ese momento tan lindo. A su lado estaban Gardel, Pichuco, Cortázar, Kempes, José Manuel Moreno, Pipo Rossi, Pedernera y Angelito Labruna, entre tantos otros. Entre los argumentos que hicieron posible la distinción, se decía que Sábat “publicó sus primeros dibujos a los quince años en el diario Acción de Montevideo”, que “ha sido profesor titular de Dibujo en la carrera de Diseño Gráfico de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA desde la creación de la carrera”, que “actualmente es Presidente de la Academia Nacional de Periodismo”, que “ha realizado numerosas exposiciones de dibujo, pintura y fotografía en el país y en el exterior, destacándose sus retrospectivas en el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo, el Museo de Arte de San Pablo y el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, que “sus comentarios en forma de caricatura se han publicado en el exterior, entre otros medios en Le Monde, L’Express, The New York Times y O Globo. Y hace más de cuarenta años que sus artículos y comentarios se publican en Clarín (...)”. 
Todo creador pareciera requerir un territorio propio, con sus códigos, sus señales, su lenguaje y también con sus personajes. Sábat reúne todas estas connotaciones, pero, a la vez, se planta como un transgresor involuntario de una técnica especial para su rol de caricaturista. Y convoca, por otro lado, citas ilustres, censuras veladas, homenajes encubiertos y la tensión, hasta el paroxismo, de una combinación de géneros que la “crítica culta” suele arrojar el tacho de las literaturas y poéticas marginales.

Visitar:

http://www.hermenegildosabat.com.ar/






sábado, 23 de mayo de 2015

Panza Verde: De Entre Ríos con humor



Este reportaje a Rubén Bitz -creador de la revista Panza Verde- corresponde al mes de febrero de 2015 (fecha en que la publicación de Concordia cumplió nada menos que 28 años), pero recién lo descubrí ayer buscando, como suele ocurrir, otros temas de humor. Aunque en el listado de la derecha hay un apartado especial para el, considero que Sonrisas Argentinas le está debiendo al humor del interior muchas entradas, no solo referidas a la actualidad del mismo sino a toda su historia, que es muy rica y extensa en años.
Por lo pronto, empezamos con la siguiente nota, ya que el humor del interior -como las empanadas- tiene su propia identidad en cada una de nuestras queridas provincias...




A 28 Años de la revista Panza Verde en Concordia 
Por Gonzalo Acosta
www.diariojunio.com.ar - 26 de febrero de 2015



La Panza Verde cumplió 28 años de publicación ininterrumpida en la ciudad de Concordia. Teniendo como estandarte el humor, pasó por todos los períodos económicos y políticos de la democracia, desde Alfonsín al segundo mandato de Cristina, pasando por Menem y de la Rúa. Es decir, La Panza Verde salió a la calle en formato A4, fotocopiada y en papel prensa (actualmente). Para dicho aniversario de los 28 años, DIARIO JUNIO entrevistó a su creador: el dibujante, humorista y periodista Rubén Bitz; quien por el año 1987 se afincó a orillas del río de los pájaros para fundar en la tierra de Diógenes “mono” Taborda la mítica revista Panza Verde.


- ¿La revista Panza Verde nació cómo una búsqueda de la identidad entrerriana? 
- La Panza Verde nace basándose en Humor, Hortensia y Satiricón, de esas tres mezclas con la búsqueda de lo entrerriano. Yo estaba haciendo la revista Blandengue en Rojas y Berp! Provechitos de humor, y ya la tenía en la cabeza el hacer una revista entrerriana, y me vine a recorrer la provincia allá por el ´86, y me encontré con el problemas de las costas, la de Paraná miraba a Santa Fe, y la de acá al Uruguay, y la parte céntrica desierta. 

- En los 28 años de peregrinaje de Panza Verde (siendo la publicación de humor más antigua en circulación), ¿qué cosas quedan por buscar? 
- Hay que buscar la simplicidad de palabras, como los pies de página de la Panza, ese es un ejercicio mental que me produce placer hacer. El arte tiene que conducir a la justicia social y al bien común, y eso es la Panza Verde. 

- ¿Hay humor entrerriano?
 - La búsqueda del humor entrerriano siempre ha sido definida de afuera; por el porteño. A nosotros nos toman como agrandados y fantasiosos, la sacamos barata, pero al correntino como cuchillero, al santiagueño como dormilón, al tucumano como ladrón, el cordobés como cara de bidet… 

- ¿El humor tiene algo de oposición, de insumisión al orden establecido? 
- En sí el humor es resistencia, pero también existió humor oficialista, como fue la última etapa de la revista Humor, el humor oficialista se hace ridiculizando a la oposición, el humor político está basado en la lógica. O el humor cordobés, por ejemplo, que está basado en el absurdo total, la risa que te produce la carcajada, no tiene lógica, después sino está el humor universal que es el humor mudo. 

- En tu humor gráfico, los lugares naturales están muy presentes, son cómo un personaje más… 
- Sí, es una especie de reconocimiento, es un agradecimiento al terruño, a la tierra, es una belleza la geografía entrerriana. 

- ¿Alguna vez dejaste de dibujar? 
- Dos veces dejé de dibujar, una cuando le llevé unos dibujos a (Pío Augusto) Cognini quien era director de la revista cordobesa Hortensia, vio un dibujo y me preguntó qué más hacía, y le dije que hacía de carpintero para pagarme la estadía cordobesa, me aconsejó dedicarle a la madera. Después el italiano Andrea Versani, me hizo prestar atención a un detalle, me dijo que todos mis personajes estaban en posición pasiva, y era cierto; me hizo dar cuenta internamente que me había dedicado demasiado a observar. Entonces cambié y empecé a buscar más la acción en los personajes, más participación y compromiso. 

- Hablando de arte y la justicia, ¿cómo es qué Diógenes “mono” Taborda, uno de los más famosos humoristas nacionales, nacido en Concordia y no tiene ninguna referencia en su ciudad y en Buenos Aires tiene su calle? 
- Los nombres de las calles de Concordia son de extranjeros, no hay entrerrianos casi, salvo que algún partido político que haya estado en el gobierno ponga a unos de sus representados, pero en la parte cultural no hay nada, por eso reivindico esas luchas por lo simbólico, como poner Isidoro Blaisten a una calle en Concordia. 

- ¿El humor tiene esa virtud de instante de epifanía, de revelación? 
- Cuando uno recuerda una humorada estando en soledad, significa que le llegaste al espíritu, a mí me quedó un chiste de un espantapájaros en el medio del campo que en la cabeza tenía un televisor y arriba de la cabeza en vez de pájaros había libros que volaban. El humor debe ir a una lectura social, podes hacer reír nomás pero si es solo eso, no sé… Jamás trabajo desde el humor ofensivo, es peligroso el humor cuando cae en el cinismo. Yo estudié dibujo artístico pero después lo que más me costó fue encontrar un estilo, eso es lo más difícil, cuando no lo tenés naturalmente. 

- ¿En tus dibujos cuánto influye el texto? 
- Yo me baso en el humor gráfico tradicional, que ahora se ha perdido, el humor gráfico es cuando vos tapás el texto y ves el dibujo y no lo entendés, y viceversa. El complemento entre ambos es el humor gráfico. Y hoy en día el dibujo pasa a ser un acompañamiento del texto, le sacas el dibujo y está todo el sentido en lo textual, eso se produce por los diarios de tirada nacional, que tenés que trabajar al mango y a último momento con las noticias. El humor se ido a eso, pero tenés el ejemplo opuesto con “Crist” (Cristóbal Reinoso), primero hace el dibujo y después el texto. Recuerdo la gran historieta: "García y la máquina de hacer pájaros" publicada en Hortensia, prácticamente con su humor gráfico cerraba sobre la máquina los huecos que quedaban en Hortensia. (Pío Augusto) Cognini le había pedido que anduvieran por los barrios, por lo popular, para reflejar como hablaba la gente. Fue la revista que llego más lejos, incluso se vendía afuera. Apuntaba a la identidad regional.

- ¿Y el humor de la revista Barcelona, por ejemplo dónde se ubicaría? 
- Eso no es humor, es periodismo satírico. A mí me produce una desazón eso, una cosa es leer un poco pero leer toda la revista, es rebuscada y todo basado en lo mismo, a mí me resulta dificultoso, me interesa leer cosas que te dejan las neuronas zapateando.

- ¿Surgen nuevos humoristas a nivel nacional?
- Es difícil que salgan nuevos humoristas, posiblemente porque no tienen lugar donde publicar, porque en los grandes medios tenés que esperar lamentablemente que fallezca alguien para ocupar su lugar. Esa es una discusión con los humoristas del interior que siempre sale: “por los menos ceder un cuadro a la semana”. El mismo Fontanarrosa decía que haciendo un chiste todos los días es inevitable caer en la pavada. Pero bueno, ahora está internet y se están viendo algunas cosas interesantes… 

-¿Qué tipo de humor gráfico te gusta? 
- Siempre me dejaban zapateando las neuronas los trabajos del “negro” Fontanarrosa, y la última etapa de Quino me apasiona. Y lo de Javier Rovella en su primera etapa me parece notable. 

- ¿El chiste y el humor hacen temblar los tabúes? 
- El chiste gráfico por definición es una cosquilla al intelecto, un regalo para al ojo, y el tabú de hoy es buscar los afectos, el compartir, el charlar cara a cara, reír a mandíbula batiente sin importar no tener una dentadura de publicidad visual; el chispazo húmedo de alegría que despiden los ojos cuando el espíritu se expresa a través de ellos, me sigue conmoviendo.






viernes, 22 de mayo de 2015

"El humor gráfico argentino tiene para rato"



Así lo expresa Juan Sasturain, quien junto a Eduardo Maicas fueron entrevistados por Juan Manuel Strassburger  con motivo de la reciente presentación de Plop! en el canal Encuentro
El humor gráfico ayer y hoy, sus figuras y las características del programa, en esta extensa nota reproducida del sitio InfoNews:


InfoNews


La vigencia del humor gráfico 
por  Juan Manuel Strassburger
 InfoNews - Viernes 22 de Mayo de 2015 

En su programa por Canal Encuentro, ¡Plop! Caete de risa,
 los conductores recorren la historia del humor dibujado en la Argentina. 



Mientras hacía Continuará, aquel programa de Canal Encuentro que durante cinco temporadas brilló al mostrar la historieta argentina con una gracia y conocimiento como no había podido verse antes, a Juan Sasturain siempre le rondó en la cabeza hacer un programa similar pero dedicado al humor gráfico.
Es un género que, a simple vista, puede parecer contiguo al de la historieta (y así es) pero que también guarda su propia especificidad. Por empezar, la ausencia (en el caso de las viñetas de un solo cuadrito) de un relato a partir del cual sostenerse. Eso implicaba la creación de nuevos recursos televisivos y, no menos importante, el abordaje de otro abanico de autores (como Quino, Sábat, Mordillo o Caloi) que no tienen nada que envidiarle en cuanto a mito y peso artístico a sus pares de la historieta. 
"El desafío era hacer algo televisivamente distinto a Continuará, pero que también conservara su mismo espíritu entretenido e innovador", cuenta el escritor a Tiempo Argentino sobre ¡Plop! Caete de risa, el nuevo envío de Encuentro que se propone "recorrer la historia del humor dibujado en la Argentina", de la mano de entrevistas a figuras relacionadas, como Rep, el Negro Dolina, Carlos Garaycochea, Fernando Sendra, Crist, Hermenegildo Sábat y Maitena, entre otros. Y que volverá a contar con Sasturain en la conducción, sólo que esta vez acompañado por el reconocido dibujante y humorista Eduardo Maicas. 

–¿Qué hizo que hagan este programa juntos? 
Eduardo Maicas: –Yo ya era televidente de Continuará. Los vi todos. Me encantaban. Era un programa del palo. Por eso cuando Juan me convocó, fue una gran alegría. ¡Hice plop! (risas). La verdad es que lo pasamos muy bien haciendo el programa. Juan quería darle una vueltita de tuerca como para poder liberarse de la parte humorística y dejarme ese aspecto a mí. Salvando las distancias, que fuera como "El Contra" de Calabró.
Juan Sasturain: –La idea desde el principio fue descontracturar la charla sobre los contenidos y hacerlo más parecido a un ida y vuelta de amigos. Separar la información dura que va en off y dejar que fluyera la conversación. Porque acá el tema es el humor. Y no se puede tratar el humor de otra manera que no sea disfrutándolo. Y si hablamos de cosas que nos gustan, hay que respetar ese clima. Si no, hubiese aparecido una distancia que no era linda. 
EM: –El otro día vi un reportaje a Jean Renoir que me pegó. Decía: "Nadie es igual cuando lo están filmando." Bueno, pese a la frase de Renoir, tratamos de que se mantuviera ese clima de amigos.
JS: –Además, los programas son muy distintos porque el vínculo que tienen los entrevistados con el tema es muy diferente en cada caso. Cuando hablamos con Quino o con Mordillo, hablamos con el responsable de la obra. Pero cuando hablamos con el Negro Dolina por Caloi, lo que aparece ahí es otra cosa, no sólo el autor y su obra. 

–A eso habría que sumar los vínculos que tienen ustedes con cada uno ellos, ¿no?
EM: –Sí. Con Rep, por ejemplo, se nota que tenemos una amistad total. Pero él a su vez supo abstraerse de eso y explicarnos todo lo referido a Oski de una manera que es imposible que puedas encontrar en otro lugar. 

–Juan, siendo que conocés a casi todos los dibujantes y humoristas del medio, ¿por qué elegiste a Maicas para que te acompañe? 
JS: –Porque Edu, además de ser absolutamente idóneo en la profesión y conocer a mucha gente y ser un buen lector, tiene el repentismo del cual carecemos la inmensa mayoría. Es un humorista natural. Y eso no se consigue así nomás. 
EM: –Gracias, Juan. Me honra mucho lo que me decís. 

–Ambos son grandes conocedores del género. ¿Hubo algo que aprendieran o redescubrieran después de haber terminado de grabar esta primera temporada? 
EM: –Para mí fue muy importante la presencia del autor en vivo porque nos permitió acercarnos a aspectos de la obra que no conocíamos. Sábat, por ejemplo, que nos deslumbró con su conocimiento sobre el humor político de los años treinta.
JS: –Hubo zonas que nos sirvieron para aprender un montón de cosas. Ahora me acuerdo de tres. Por un lado, todo lo vinculado con el origen del humor gráfico argentino, los autores anteriores a Caras y Caretas. En ese sentido, la charla con Carlitos Nine en Salón de los Bustos de la Casa Rosada fue reveladora. Tomamos conciencia de la cantidad y calidad de laburo que hubo en el último tercio del siglo XIX. Fue muy rico y hay muchos autores. Después, fue muy interesante toda la vinculación del dibujo humorístico con las artes. Eso lo hicimos en Bellas Artes con el Negro Crist, una persona totalmente fusionada en ambas vocaciones. Y finalmente, lo que nombraba Maicas de Sábat: su conocimiento sobre un período muy conocido del humor gráfico argentino, el del período de entreguerras, toda esa producción de izquierda que trató los crímenes del nazismo, de la Segunda Guerra Mundial.

 –¿Qué potencia le ven hoy al humor gráfico? ¿Cómo sigue afectando la vida cotidiana? 
EM: –No es un pregunta fácil. Me lleva a pensar por qué no hay revistas de humor gráfico como había antes. Barcelona lo incluye, pero no se dedica especialmente. Creo que el peso del humor sigue estando en la capacidad de los humoristas, que no son tantos. En la última época surgieron más dibujantes que humoristas. Caloi siempre me comentaba: "Decí que a nosotros se nos ocurren los chistes, si no tendríamos que ir a laburar al puerto" (risas). Hay dibujantes de la puta madre, como Lucas Varela, Diego Parés, Dante Ginebra, Bobillo y tantos otros. Pero humoristas no hay tantos. Por otro lado, cambiaron los códigos. Porque hoy muchos prescinden del remate. El caso de Liniers, por ejemplo, que le encontró otra vuelta y que obviamente no critico. Pero yo soy más de buscar el remate, el plop (risas). Lo considero mi arma. 

–Si las tiras y viñetas de humor a veces se comentan con fuerza en las redes sociales, ¿es que el oficio no perdió vigencia sino que en todo caso se reformuló? 
JS: –Sí. Lo que pasa es que acá, en su momento, hubo grandes revistas de historietas y de humor gráfico. Eso tuvo su apogeo en épocas donde compartían su clientela con la radio. Desde entonces, y con el caso particular de Barcelona, esos espacios fueron desapareciendo paulativamente como unidades de consumo. Hasta ese momento, las revistas eran el domicilio del humor gráfico. Era el lugar donde estaban todos los que laburaban de esto, no faltaba nadie. La última gran revista de ese tipo fue Humor. Y eso desapareció. Quedaron los diarios, las revistas dominicales y alguna otra publicación. 
EM: –Es curioso porque la gente valora al dibujante. Y por ahí te dice: ¿cómo es que no existe una revista de humor? Ahora, si la hacemos, no la compran. 

–Lo que llama la atención es que, pese a ese repliegue, siguen apareciendo pibes que en su blog o tumblr se lanzan a hacer sus propias tiras. Y muchas veces trascienden. 
EM: –El humorista gráfico argentino fue tan prestigioso que evidentemente dejó una escuela que continúa ahí. 
JS: –Al punto de que en muchos de esos casos se produce después el salto de la pantalla al libro. 

–Desde este punto de vista, el humor gráfico goza de buena salud. 
JS: –Sí. Y lo único que se puede hacer ante el cambio de soportes es describir el fenómeno. Si no es como quedarse lamentado la muerte del disco de pasta. 
EM: –Siempre está la prensa que exagera y te sepulta con que el humor gráfico se acabó, la historieta se acabó. 

–Visiones apocalípticas que no terminan siendo realistas. 
EM: –Yo no las creo. Y eso que defiendo el papel a muerte. Pero creo que ambos formatos conviven. 
JS: –Lo mismo pasa con otros géneros. Si no mirá el stand-up, que reformuló el humor sobre el escenario. Las cosas se reconvierten y vuelven a existir.

–Comparten entonces una mirada que atiende lo vivo y presente que tiene el oficio en diferentes soportes actualmente. 
JS: –Totalmente. La mirada nunca es nostalgiosa. No decimos: "¡Uy, las cosas que se perdieron!" No, porque no se perdió un carajo. Las cosas siguen estando. Estamos despiertos a todo lo nuevo que aparece y a los nuevos protagonismos. El humor gráfico argentino tiene para rato. 

Las secciones 
Con la premisa de valerse de recursos televisivos que ayuden a ilustrar aquello de lo que se hablaba, Continuará generó el interés de muchos ajenos al mundo de la historieta. 
Con ¡Plop!... la intención fue mantener esa búsqueda, aunque con recursos visuales especialmente creados en función del objeto. 
"La idea, tanto antes como ahora, fue siempre que el formato esté al servicio del contenido y no el contenido al servicio de formato", señala Daniela Blanco, creativa de la productora Nativa que –junto con César Castellano (productor ejecutivo)– fue la encargada de imaginar y materializar las innovaciones visuales que tanto Continuará como Plop plasmaron en la pantalla chica de Encuentro. "Si bien la historieta y el humor gráfico tienen zonas superpuestas que se tocan, no dejan de ser contenidos diferentes", señala. Y contrasta: "En Continuará trabajamos con la idea de narración y del relato. En ¡Plop!, en cambio, al estar basado muchas veces en una sola viñeta pensamos segmentos y secciones que proporcionaran humor." 
Con un gran cuidado de las locaciones (pensadas en función del entrevistado o la temática a tratar), la productora creativa describe las secciones creadas para el programa.
-El chistólogo: la teorización sobre el humor de un autor en particular, ya sea un programa monográfico o biográfico. -Mi vida es un chiste: a partir de un invitado que elige una determinada situación, anclar el humor en la vida cotidiana, mostrar cómo siempre está presente en el día a día. 
-El cover: otro dibujante reinterpretando un cuadrito o una determinada página. 
-La mano que dibuja: la utilización de una mano (la del dibujante Diego Parés) que va dibujando lo que relata la voz en off.

 JUEVES 
¡Plop! Caete de risa se emite los jueves a las 21:30 por Canal Encuentro. Repiete viernes 12:30 , sábados 13:30, domingos 17:30 y lunes 7:30.

"Lo primero que sale es el titulo" 

Como Continuará, que tuvo su primer gran acierto en lo representativo del nombre elegido para el programa, ¡Plop! Caete de risa también tiene su gracia ilustrativa. 
"Casi siempre lo primero que sale es el título", cuenta Sasturain. "Un título que te motive y que te de una idea general de lo que te vas a encontrar. Y ¡Plop! me pareció lindo porque remite a ese mecanismo del humor que consistía en la sorpresa de alguien ante la ocurrencia del otro y que se resumía en esa onomatopeya: ¡Plop!". El autor de Manual de perdedores y la saga del veterano detective Echenique, reconoce que muchos asociaron el nombre a la recordada Condorito. "Lo que pasa es que esa revista es tan tradicional que es una gran exponente de formas que caducaron hace años. Pero con ese mecanismo acá también tenemos a Patoruzú o Isidoro, que a veces hasta se caían al revés, de pera", recuerda. 

–¿El "plop" en el humor gráfico es un fenómeno regional latinoamericano o también se ve en otra partes del mundo? Porque Continuará tenía su contraparte anglosajona en To be continued. 
Sasturain: –Y también en francés. Es cierto. Pero me parece que en este caso el "plop" es muy nuestro. Aunque recuerdo de alguna tira de Peanuts de Schulz en donde Carlitos también vuela hacia atrás. ¡Habría que estudiarlo al tema, eh!


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http://todoshow.infonews.com/nota/201407/la-vigencia-del-humor-grafico





domingo, 17 de mayo de 2015

El nuevo Rico se da todos los gustos...






Héctor Rodríguez presentó a El Nuevo Rico y su clásica frase ¡Federico a casa! allá a mediados de los años 30 en el suplemento humorístico a color del diario Crítica. Un par de décadas después el famoso millonario no dejaba de darse todos los gustos que podía y llegaba con una revista propia de pequeño tamaño; donde la frase pasaba a ser el título de la publicación, debido con seguridad a la gran popularidad que había alcanzado. Allí desfilaron muchos de los más grandes dibujantes, varios ya consagrados, otros en sus comienzos en la profesión. 
Basta nombrar a algunos de ellos para que no queden dudas que el adinerado personaje (y su autor) se le animaban a los mejores lujos: Blotta, Fantasio, Ferro, Carybé, Alberto Breccia, Quino, Garaycochea, Roberto Battaglia, Gordon, Molas, Oscar Grillo y Landrú. ¿Y Héctor Rodríguez? Por ahora solo la imagen en color que pertenece al tercer ejemplar. Próximamente la historieta de su creación.

Las siguientes ilustraciones -que pertenecen a los tres primeros números- son, además de la prueba cabal de lo expresado, una pintura de época de la que también podrán sacarse conclusiones que exceden lo humorístico, como ocurre en la mayoría de los casos.