Este 11 de febrero cumpliría años Kalondi (Héctor Compaired, 1934/1998), un gran talento del humor gráfico argentino quien -como pasa tantas veces- posee una obra maravillosa que ha ido dejando de recordarse, al menos en parte...
Aún quedan aquellos que lo han evocado con afecto y admiración en distintas notas en diarios y revistas, e incluso en la edición de un lujoso y muy valioso libro (La Vanguardia Perdida, de Osvaldo Aguirre, Ediciones de La Flor, 2016). En esta obra se analizan publicaciones de una época muy particular (entre fines de los '50 y fines de los '60), cuando nuevos dibujantes marcaron un cambio notorio, si comparamos con el material que presentaban, por ejemplo, Patoruzú, Rico Tipo o Don Fulgencio.
Allí está entonces Héctor, con su estilo sutil y ácido a la vez, reflexivo, crítico con compromiso social.
Dice Claudio Loiseau en la revista La Nave número 1 (2010): "Uno de los artistas más geniales que dio el humor gráfico argentino ha sido Kalondi. Sin embargo, pareciera que el reconocimiento de sus propios pares, y el de sus discípulos, no alcanzara para devolverlo a la 'Primera Plana'. Injustamente olvidado, queremos evocarlo por el arte de su narración, por su capacidad ideográfica. Kalondi fue un incomodador profesional, un meticuloso escarbador de la hipocresía humana. Quizás su cortedad social, lo recluyó como un agudo observador de las conductas."
Aquí adjuntamos algunos ejemplos de tal capacidad -con la poco usual entrega de ilustraciones a color del autor-, todos ellos pertenecientes a Argentina, revista de edición bilingue, y que en sus últimas páginas solía presentar artistas de la historieta, el humor y la caricatura nacional (número 28, 1971).
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