La Barra de Pascualín nació en los años 50 en la revista Avivato. Torino ideó este personaje de barrio donde el café, los amores, el fútbol y el box eran algunos de sus temas predilectos. Sin embargo, ya convertido aquél en revista autónoma, el dibujante da una vuelta de tuerca y traslada a su criatura hasta el lejano Oeste (aún así, paralelamente continuarán publicándose aventuras locales). En ésta la supuestamente primera historieta en ese Far West nos revela los motivos del viaje. Para Pascualín - como se verá en el final - el esfuerzo valió la pena.
Este blog está dedicado al humor gráfico argentino y tiene como objetivo el repaso de los autores, las historietas y los personajes que le dieron brillo; basándose en el material de revistas, diarios, libros y otros documentos que ayuden a recordar momentos entrañables de este valioso arte y oficio, sin por ello dejar de referirse a la producción de los autores de hoy. En suma, un recorrido por una historia y una actualidad de indudable riqueza.
El nro. mas bajo que tengo de La Barra es el 4, así que desconocía el momento en que Torino manda el personaje al Far-West, suponía que había sido en el 1. Siempre preferí al Pascualín del rioba, más allá del dibujo, que permite apreciar otra faceta de Torino. No es difícil vincular las razones de este giro a la crítica que se le hacía a Conventillo, respecto a abusar del pintoresquismo. Abrazo, Luis!
ResponderEliminarEse supuesto abuso es en realidad su original estilo que algunos no habrán sabido ver. Igualmente, me parece que en este episodio, más allá de situarse en otra geografía, Torino mantiene las características de identidad de Pascualín: sigue siendo un porteño de boedo.
ResponderEliminarDos cositas más: hace poco, curioseando posts por la web referidos a Carlos Trillo, leí uno donde este gran guionista califica a Torino como genio.
Lástima que en aquella época no era tan habitual la posibilidad de reportajes para saber más de situaciones como las que vos narrás.
Gracias por tu comentario. Un abrazo!
Muy poco tiempo antes de morir, Trillo me mandó un mail comentando cosas de mi blog, y diciéndome que compartía la enorme admiración por Torino. Abrazo
ResponderEliminarSabemos lo muy buena persona que era Torino y su capacidad como historietista y humorista. Con estas condiciones, las cosas se pondrán en su lugar tarde o temprano. En estos últimos años ya hubo indicios: blogs que lo rescatan (incluídos los de dibujantes actuales), búsqueda renacida de sus revistas por los coleccionistas, un lugar en los libros La Argentina que ríe y en el de orígen francés sobre nuestra historieta, en la muestra Nos tocó hacer reir...
ResponderEliminarGracias por el comentario!
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ResponderEliminarHola Berni, le pifié a la tecla y se borró tu comentario... Tenés razón, llegó el momento, aunque algunos lo hagamos un poco lento, ja, ja...
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