La muestra retrospectiva sobre Carlos Trillo se desarrolló dentro del marco del "Encuentro Federal de la Palabra". Como comentaba en la entrada anterior, las exposiciones dedicadas a la historieta son más de las que pensaba (no me había informado demasiado y, además, fue la primera oportunidad en que visité Tecnópolis). Al no resultar ese día uno de gran concurrencia, recorrer el predio me dejó la doble sensación de moverme con comodidad y de estar en un espacio inmenso e impactante que lo parecía aún más por el motivo apuntado, y que por esa misma razón transmitía a la vez cierta sensación de falta de calidez.
Como podemos apreciar en las fotografías, una línea de tiempo va marcando la trayectoria artística de Trillo, en donde se aprecian incluso obras fuera del mundo del guión para historietas (publicidades, por ejemplo). Un universo personal de gran talento que combinado con dibujantes de excepción produjo muchas de las más notables obras del cómic nacional. Así, desde momentos iniciales en las editoriales de Quinterno y García Ferré, pasamos a míticas publicaciones de los 70 y 80 (Satiricón, Fierro), para llegar a sus más actuales trabajos. No por conocida deja de sorprender tan vasta, variada y creativa obra; producto de un ser humano de cultura notable e imaginación sin igual y que -más que evidentemente- amaba su profesión.
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