Alberto Bróccoli
Desde siempre, la idea de ver transformados sus personajes de papel en seres con movimiento estuvo - y está - entre los grandes sueños de varios de los más renombrados humoristas gráficos argentinos. Uno de ellos fue Alberto Bróccoli, quien llevó al Mago Fafa a la pantalla de televisión a fines de los 70 (y del cual uno de los capítulos puede verse aquí en la séptima parte de esta serie).
Bróccoli, ya lo hemos dicho, nos dejó muy joven y hace casi treinta años. Además de todas las experiencias personales que merecidamente tendría que haber vivido, quien sabe cuantas grandes tiras de sus personajes quedaron truncas, cuantas nuevas creaciones podrían haberse ganado la admiración de sus lectores. Con solo decir que fue contemporáneo y amigo de Caloi basta para entender lo mucho que se perdió de brillar y - lo mismo que el creador de Clemente - de seguir aún brillando.
Sin embargo, este tipo de dibujantes suelen comenzar a destacarse desde muy temprano. Por eso, no extraña que su producción abarque más de 20 años. Si intentamos buscar material en viejos diarios y revistas o en sus libros recopilatorios, sin duda lo disfrutaremos plenamente.
En esta ocasión he subido una nota realizada por Cristina Matino para la revista Siete Días Ilustrados número 568, del 10 de mayo de 1978, donde se comenta brevemente el arduo proceso que lleva a concretar una película animada. Alberto también opina sobre Fafa y sobre sí mismo, nos enteramos de los nombres de quienes le pusieron voz al mago y a sus amigos, y de varios detalles más.
Se trata, claro, de un modo artesanal de realización, meticuloso, exhaustivo, paciente, donde es importantísimo el trabajo grupal. Lejos de las posibilidades tecnológicas actuales, pero lleno de encanto. De hecho, ciertos valiosos films de animación internacionales de estos últimos años han sido concebidos con el viejo método. Decisión que con seguridad ha tenido que ver con el guión y los objetivos de sus creadores, sabiendo que más moderno no siempre significa mejor o lo más pertinente.
Pero no me quiero apartar demasiado del tema ni extenderme sin necesidad. Vayamos al punto: a continuación se reproducen el texto publicado en Siete Días y cada una de las fotos (por Daniel León). Un hermoso documento sobre un verdadero creativo del mundo de la gráfica.
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Con un pase de su varita mágica
Alberto Bróccoli nos enseña el mundo del dibujo animado
El Mago Fafa
llega a la televisión
Dibujantes, técnicos, guionistas y directores nos enseñan
cómo se hace un dibujo animado. Cómo se mueve y cómo habla. Paso a paso toda la trastienda de este maravilloso mundo de colores y de sonidos en donde grandes y chicos disfrutan por igual
Nació un siete de marzo de hace cinco años. A pesar de ser un niño aún ya tiene una profesión definida. Siempre le gustó crear ilusiones, sacar de la galera palomas, conejos y pañuelos. Es notoria su envidia por el colega Mandrake. Su papá, el dibujante Alberto Bróccoli quiso que se pareciera a todos los porteños.
- Me propuse que los lectores que leyeran al Mago Fafa se identificaran con sus pensamientos y su forma de ser. De ahí que Fafa es chanta, como los soy yo y como lo es el común denominador de los habitantes de esta ciudad.
Como nace un dibujo animado
Alberto Bróccoli está sentado frente a su tablero de dibujo. Sobre el papel en blanco se ven varias pantallas de televisor. Dentro de ellas Bróccoli pondrá a Fafa y le hará jugar una historieta.
- Este es el primer paso para hacer un dibujo animado. Primero pienso en el libreto y lo dibujo aquí, en mi casa. Luego voy a la productora y allí comienzan a darle los movimientos.
El primero de junio Fafa aparecerá por televisión. Se harán tiras de 16 milímetros color para TV y 35 milímetros para cine. Su duración no será más de un minuto. El segundo paso es llegarse hasta la productora donde Fafa tendrá vida propia. En un cuarto, dos mujeres y dos hombres dibujan, calcan y pintan diferentes movimientos de pies, manos, boca y hasta capas de Fafa.
-Cada gesto del mago (dice Luis Cedrés, jefe de animación y director de la futura serie televisiva) son 24 dibujos o intermedios, que luego se pasan calcados a un acetato de plástico transparente. Después se lo pinta del revés con témpera para que no queden marcas y al mismo tiempo se va dibujando el fondo por donde los dibujitos van a caminar.
Comienza a caminar
Lo más importante y también más difícil de conseguir en un dibujo animado es su voz.
- Hay que tratar de encontrar una voz que tenga las inflexiones y el tono que la mayoría le puso al dibujo - dice Bróccoli - Cuando decidimos hacer a Fafa animado, probamos varias voces y luego nos decidimos por la de Eduardo Habaquian, que también dobla a Catuto. Paqui Balaguer hace la voz del conejo y de la palomita Florentina.
- La tira va a tener aproximadamente 1200 fotogramas, continúa Cedrés, y cada dibujo que crea Bróccoli puede tener cinco o seis niveles, es decir cinco o seis intermedios. Juntando los niveles y haciéndolos pasar como si se hojearan las páginas de un libro, pero de abajo hacia arriba, se pueden ver los desplazamientos de Fafa.
- Entre hacer el guión de la historieta, dibujarla, pintar a los personajes y los fondos y llevar todo a que lo filmen, calculamos cinco días de trabajo, comenta Horacio D'Anunzio, uno de los responsables de la productora Jabiu.
Luz, cámara, acción
En la calle Helguera, entre la Avda. San Martín y Francisco Beiró, se encuentra el equipo de filmación. Osvaldo García es el encargado de esta tarea.
- Aquí filmamos acetato por acetato. Veinticuatro fotogramas equivalen a un segundo de filmación. Toda una tira nos lleva entre seis y ocho horas de trabajo. A medida que los dibujitos se mueven es necesario cambiar uno o varios niveles para mostrar los diferentes movimientos.
De regreso a la productora y después de haber conocido de cerca todos los pasos previos de dibujo, calco, pintura, grabación y filmación, el mago Fafa está listo para hacer su primera presentación ante el público.
Como si estuviéramos en el cine, el lugar es mucho más reducido y más entre amigos porque tenemos una mesa y varias tazas de café y de té delante nuestro, se apagan las luces y comienza el show.
Detrás nuestro se escucha el ronronear de una cámara. Aparece en la pantalla el fondo de una habitación en colores y por un costado el Mago Fafa caminando. Su capa negra y roja se mueve al compás de sus pasos y de repente Fafa comienza a a hablar.
- Catuuutooo.
Aquí empieza la función. Este es el principio para el espectador y el final del trabajo de todo un equipo de personas. Creemos que ni soñando Fafa imaginó que esto podría hacerse realidad. Esta vez, sin ninguna duda, su magia resultó ser más grande que la de Mandrake.
Linda nota, Luis.
ResponderEliminarNo vamos a renegar de los avances tecnológicos en animación, porque sin ellos nos perderíamos infinidad de grandes producciones que nos asombran cada año, pero cuanto encanto tenia ese laburito artesanal que se llevaba cientos de dibujos para conseguir un simple movimiento de brazos.
Saludos!
Totalmente de acuerdo con vos, Eduardo. He visto en estos años películas maravillosas tanto con técnicas tradicionales como con las actuales. Ambas son válidas porque casi siempre se utilizan en el film adecuado o que requiere de ellas. En este caso, me interesaba además aportar algo sobre Bróccoli, del que no se ve tanto en la Web. Habrá más. Lindo domingo!
EliminarHola Luis, te cuento que el día 20 de marzo a las 19 hs.inaugura una muestra sobre Trillo en la Biblioteca Nacional... Estabas al tanto?
ResponderEliminarUn abrazo.
Pablo.
Hola, Pablo! Si, hoy mismo me comentaron. Voy a estar allí, calculo que libre de la gripe que me estuvo visitando, ja,ja. Te agradezco tu interés en avisarme. Espero que nos veamos. Un abrazo!
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