Maestros

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domingo, 26 de enero de 2025

Tóxico y Biberón (III: Detalles)

 



Para concluir esta serie de entradas, vuelvo a un aspecto al que ya me he referido en otras historietas o tiras: algunos de los detalles que, de todo buen dibujante, se pueden destacar. Y que mostrados mediante viñetas ampliadas, nos permiten disfrutar de la maestría que exhibe: el ambiente entre lúgubre y siniestro del espacio donde Tóxico vive o se mueve, los distintos puntos de vista, una luz sugerente que -ubicada en el momento adecuado- intensifica el dramatismo y, en especial, la mirada del protagonista (que ocupa un lugar determinante, Biberón es solo su acompañante y antagonista). Completan sus sorprendentes manos, cuando están tomadas desde el primer plano. Si a la distancia parecen amablemente graciosas, en la cercanía se tornan mucho más realistas y son demostración, como sus ojos, tanto de muy oscuras intenciones como de un sufrimiento oculto.
También sorprende en ocasiones la distancia entre sus planes (que pueden incluir, por ejemplo, asesinar a su propio hijo) y el desenlace finalmente humorístico. "¡Maldición maldita!" suele expresar Tóxico, y solo él sabe desde que profundidades de su alma surgen esas quejas. Quizás el objetivo cómico final, más que frustrarlo, lo salva y le concede la necesaria humanidad a su figura.


















jueves, 23 de enero de 2025

Tóxico y Biberón (II)



Segunda entrega de la dupla humorística del gran Abel Ianiro.

Aprovechamos la oportunidad para mencionar otras de sus creaciones, presentadas a lo largo de un periodo de aproximadamente dos décadas: Tito, el lungo (La Cancha), Marmolín (Rico Tipo), Maneras de... (Cascabel), Casanova Conquistador y Hara Ghan (Leoplán), Purapinta (Rico Tipo), Mujer al fin (Chicas), Dedalina (Chabela), Tito Faldas (Dr. Merengue) y El Sheriff de Canana City (s/d sobre la revista original, luego fue continuado por otro ilustrador en distintas publicaciones).

Más  de una docena de entradas sobre Ianiro pueden encontrarse en este mismo blog, es especial sobre su obra general y sus caricaturas.












miércoles, 15 de enero de 2025

Abel Ianiro: Tóxico y Biberón




Abel Ianiro es mayormente reconocido por sus extraordinarias caricaturas, no solo en el ámbito argentino, sino también en el internacional. Sin embargo, su creatividad lejos estuvo de terminar allí. Creó una gran variedad de personajes, que seguramente podrían haber sido muchos más si no fuese por su lamentada y temprana muerte, a los 43 años.

Entre ellos, figuran Tóxico y Biberón, una dupla bastante particular y, se diría, algo surrealista: Se trata de padre e hijo. El  primero lleva la maldad en la sangre y el segundo es el ser más inocente y bonachón que podamos concebir. Relación muy improbable pero por esa misma razón eficaz mecanismo generador de humor. Esta combinatoria de absurdo y grotesco se refuerza con la enorme distancia en las características de sus respectivas humanidades, gestos e, incluso, en el ropaje. Vale la pena prestar atención a ellas, como a los distintos puntos de vista que Ianiro va diseñando en cada cuadro, y a la ambientación. Por supuesto, como bien corresponde a una historieta de estas características, más aún en esa época, Tóxico fallará en todas y cada una de las veces que intente concretar sus maldades, e incluso recibirá alguna paliza de vez en cuando. 

Los páginas fueron tomados de la revista Leoplán, muy popular y valorada allá por los años '40 del siglo XX, y que le daba gran importancia al humor gráfico dentro de sus páginas repletas de literatura.