Maestros

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martes, 8 de mayo de 2012

Esta noticia que nunca hubiésemos querido escuchar

Murió Caloi. Sí, la gente buena y talentosa también se muere. La noticia me llevó inmediatamente a recordar que el primero de los dibujos autografiados por un humorista gráfico que obtuve fue obra de Caloi. Adolescente y tímido, fue una hazaña animarme a pedírselo tras una charla suya en una institución de arte, pero su calidez solucionó el tema y me fuí con una alegría inmensa. Esa misma alegría que él nos regaló desde los años '60 hasta hoy. Y no sólo con su querido Clemente, sino también con sus grandes dibujos dominicales, de los cuales surgió uno de los mejores libros recopilatorios de humor gráfico que he leído: "Humoris Causa".
Ahora, las sensaciones no me dejan lugar para mucho más. Ya habrá tiempo para subir imagenes. Pienso en las tantas y tantas generaciones que hemos crecido y vivido junto a sus trabajos. Por eso, rectifico lo que expresé al comienzo: Caloi no murió, está y estará en el recuerdo de todos. Como Ferro, como Fontanarrosa, forma parte de nuestras vidas. De la parte feliz de nuestras vidas.