Admitiendo que el título de esta entrada es, si se quiere, un tanto pomposo, creo que son páginas que presentan ese valor adicional que tiene que ver con los primeros pasos de una historieta que se desarrollaría por espacio de casi quince años en ¡Aquí Está!, que haría famoso a su protagonista (Don Nicola, cuyas historias desde fines de los '50 llevarían su propio nombre con leves variantes) y que, principalmente, consagraría a su autor - Héctor L. Torino - como uno de los principales historietistas argentinos, destacado por sus dibujos y la invención de innumerables personajes, y por lo que él considera su principal virtud: su gran capacidad para crear guiones e historias...
Sin dejar de aclarar que Don Mamerto, detective y Esculapio Sandoval, reporter sensacional quedarán para ser visitadas en otra ocasión, veamos ahora algunos detalles de estos episodios:
(1) Es la que se supone la primera página de Conventillo publicada, correspondiente al número 117 de la revista (del 1ro. de julio de 1937, cuando Torino contaba con sólo 23 años). Esta imagen también se encuentra en el blog de Miguel Dao, quien con gran capacidad de análisis se refiere a toda la obra de Torino, más el agregado valioso de su particular admiración y afecto por el dibujante.
(2-3) Dos episodios correspondientes al mismo año (número 137, del 9 de setiembre y número 160, del 29 de noviembre, respectivamente): son historias autoconclusivas (¿habrá sido esta la característica durante todo el '37 y parte del '38?) de estilo costumbrista. Los dibujos están realizados a pleno blanco y negro, sin valores.
(4-5) En la imagen de la izquierda (número 172, del 10 de enero de 1938) ya se adivinan grises especialmente en la vestimenta de los personajes. En la de la derecha (número 175, del 20 de enero del '38) los diferentes valores también se presentan claramente en la escenografía. Y aparece aquí un profesor/inventor, uno solo, antecedente tal vez de Turbina y Lamparita. La escasez de material tampoco permite saber si este personaje ya había aparecido anteriormente y si ya existía un segundo profesor (viviendo en otra pieza, por ejemplo).
(6-7) Las dos páginas siguientes son por fortuna continuadas (números 179 - 3 de febrero del '38 - y 180 - 7 del mismo mes) ya que se trata de una de las primeras (¿o la primera?) historietas que se desarrolla a lo largo de varias entregas. Otro hecho destacable es que no habiendo transcurrido un año de su inicio, el autor ya introduce a Don Nicola en el mundo de la fantasía, de la ciencia ficción: navega por el espacio y se encuentra con un pequeño y curioso planeta. Nuevamente, lo acompaña un único inventor (parece el mismo), además de otro personaje.
Y más o menos a partir de aquí, Don Nicola recorrerá los más increíbles lugares, se topará con extraños personajes, viajará en el tiempo, se empequeñecerá hasta poder navegar por el interior de un cuerpo humano y mil aventuras más. Pero todo eso se puede disfrutar a diario en el blog de Hernán Schneider Releyendo Historietas.
(8) Como yapa, este chiste unitario aparecido en el número 137 (posiblemente uno de sus primeros trabajos de este tipo, aunque deberíamos tener más información de sus colaboraciones para El Suplemento y Leoplán para afirmarlo...). Como se ve, el tema del descenso en el fútbol ya tenía plena vigencia en esos tiempos...
Una sola cosa más: quienes quieran aportar datos o corregir algún posible error, están invitados a comentar. ¡Gracias!
La próxima semana, la tercera y última entrega (por ahora) dedicada a Torino.
DIA DE FIESTA, LUIS! ME LAS BAJO Y LAS LEO TRANQUI CON EL DISPLAY! MUCHAS GRACIAS!
ResponderEliminar(lo del Firefox fue una chamboneada mía, había bloqueado al tuntún elementos, por una página que tardaba en cargar, y entre ellos la ventana de comments!)
Un solo apunte a las apuradas, porque esto da muchísima tela para cortar: la notoria diferencia entre la primera y la segunda página posteada, da cuenta de la indecisión inicial de Torino acerca del estilo de dibujo que debería tener Conventillo. La primera es decididamente cómico, y la segunda tiende a la caricatura costumbrista, en la que se instaló durante mucho tiempo. Resulta evidente que en el '37 todavía no había evolucionado en lo cómico y se hallaba más cómodo en el otro. Pero con los años terminó donde había empezado, en lo cómico, y con un dominio absoluto de ese estilo.
ResponderEliminarEspero sí que dé mucha tela para cortar, que le sirva a todos los seguidores de Torino y que se multipliquen los que suban material interesante sobre él. Abrazo.
ResponderEliminar¡Espectacular, Luis! Cuando ande con más tiempo las bajo y las disfruto tranquilo. Gracias por compartir estos tesoros.
ResponderEliminarGracias a vos también, Hernán, que compartís tesoros de la historieta cada día. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Luis.
ResponderEliminarGratos recuerdos._
Saludos._