“Cuando en 1963 murió Calé (Alejandro del Prado era su verdadero nombre) yo tenía 11 años y mi hermano Alejandro, el músico, acababa de cumplir los 8. Podría decir que desde entonces la relectura de sus trabajos al correr de los años estuvo signada, para nosotros, por un orgullo parecido al que seguramente sentirá el hijo de un ingeniero al ver el puente construído con la participación de su padre algunas décadas atrás, o el de un ciclista al ver a su padre en una tapa de “El Gráfico” en los años de Panzeri.”
“(…) La maestra de primer grado en la escuela de Cortina y Simbrón, en Villa Real, pregunta de qué trabaja el padre de cada niño, respondo a mi turno ‘de dibujante’. ‘Ah, qué bien’ - palmea en la cabeza, comprensiva, la maestra – ‘¿pero de qué trabaja?’”
“(…) Cuando Calé dibujaba, en la estrecha pieza atiborrada de papeles y recortes archivados para tomar modelos (pieza que además ocupaban las camas que compartíamos con mi hermano, y que tenía una ventana con vista al zanjón cíclicamente inundado, como la calle de tierra)…”
“(…) Mi hermano y yo le ayudábamos a echar agua caliente en el pico del estrecho frasquito vacío de tinta china, para disolver la capa reseca del lado interno: no había en casa medio sope para comprar un frasco nuevo.”
Con esta calidez, se refería Horacio del Prado a su padre, el gran Calé, en el catálogo “100 años de humor e historieta argentinos”- Municipalidad de Córdoba, 1986; un hombre que supo retratar su época como pocos desde las páginas de la Rico Tipo de Guillermo Divito.
“(…) La maestra de primer grado en la escuela de Cortina y Simbrón, en Villa Real, pregunta de qué trabaja el padre de cada niño, respondo a mi turno ‘de dibujante’. ‘Ah, qué bien’ - palmea en la cabeza, comprensiva, la maestra – ‘¿pero de qué trabaja?’”
“(…) Cuando Calé dibujaba, en la estrecha pieza atiborrada de papeles y recortes archivados para tomar modelos (pieza que además ocupaban las camas que compartíamos con mi hermano, y que tenía una ventana con vista al zanjón cíclicamente inundado, como la calle de tierra)…”
“(…) Mi hermano y yo le ayudábamos a echar agua caliente en el pico del estrecho frasquito vacío de tinta china, para disolver la capa reseca del lado interno: no había en casa medio sope para comprar un frasco nuevo.”
Con esta calidez, se refería Horacio del Prado a su padre, el gran Calé, en el catálogo “100 años de humor e historieta argentinos”- Municipalidad de Córdoba, 1986; un hombre que supo retratar su época como pocos desde las páginas de la Rico Tipo de Guillermo Divito.
Si bien los dibujos presentados luego del texto de esta entrada fueron publicados originalmente en Rico Tipo durante los años 50, los mismos se escanearon de los libros 1 y 2 denominados "Selecciones de Calé - Buenos Aires en camiseta", que aparecieron a mediados de la década del 60 y cuyas tapas llevaron las ilustraciones que aquí vemos.
Y para saber más de él, leamos a Silvina Walger (1):
“(…) Calé había nacido en Rosario y fue criado por una madre pintora y cinco tías solteronas. En 1945, cuando tenía 20 años, se trasladó a Buenos Aires y gastó todos sus ahorros escuchando a sus dos máximos ídolos, Horacio Salgán y Astor Piazzolla.”
(Ha relatado María Esther, su viuda) “Calé era igualito a sus personajes (…) todas las personas de la ciudad eran sus amigos, por eso podía comprenderlas tan bien.”
Este inigualable creador, que forma parte de esa serie de maravillosos dibujantes humorísticos que se han dedicado al costumbrismo - en este caso referido al mundo porteño - murió a los 38 años. Dice Silvina Walger:
“Sin embargo fue su dedicación al trabajo, que no le ahorró cigarrillos, café ni actemines, lo que acabó con él a una edad en la que todavía se podía esperar mucho más de su tierna y sociológica mirada.”
La diferencia entre Calé y Medrano, es la que va de la clase media baja a la clase media, la que va del barrio al centro.
ResponderEliminarAsí es, estimado Miguel. Te agrego que no ha sido casual subir imagenes de un dibujante e inmediatamente después del otro: Ahora voy a completar con un texto de los '70 que habla de ambos.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Saludos!
Que joven murió, una pena !!
ResponderEliminarLa anécdota del frasco de tinta china contado por uno de sus hijos, enternece.
Excelente nota, Luis!
Eduardo
Es verdad, Eduardo, tenía muchísimo para seguir dando.
ResponderEliminar"Hacer hablar" a los protagonistas (ellos mismos o a sus familiares/amigos) a mí me da la sensación de que ayuda a revalorizarlos hoy, para mostrar que siguen estando vigentes, vivos, como se le quiera llamar.
Saludos y gracias!
De chico yo compraba el Rico Tipo y para mí la estrella era él, lo compraba por él, reflejaba la época y lo que se vivía en ese momento con una gracia inusitada. Es una pena que se haya ido tan joven!
ResponderEliminarSaludos!
Es verdad. Tenía mucho por vivir en lo personal y, como humorista gráfico, cúantas genialidades más nos podría haber regalado.
ResponderEliminarÉl fue de esos dibujantes que conocí cúando para mí todo era Patoruzú y Mafalda, y a través del cual me empecé a interesar en el rico pasado de nuestro humor gráfico.
Gracias Ceo nuevamente por pasar por aquí.
Citar a Silvina Walger, como profesional en los datos biográficos de Calé, es un error simple. Alejandro del Prado, Calé, no es rosarino sino porteño. Nació en Buenos Aires y su infancia-adolescencia la pasó con su madre en Rosario. Su partida hacia Buenos Aires, buscando su futuro, hace que muchos se confundan y lo sitúen como nacido en Rosario. No pocos medios virtuales repiten este error. Ahora, cuando se pone el nombre de un periodista dando su opinión, intentando quizás, darle un toque de veracidad por lo notorio del profesional, es algo que debiera replantearse.
ResponderEliminarEl trabajo de investigación de los museos, debiera tener al menos, alguna metodología más eficaz que el "cortar y pegar" que algunos "profesionales" usan a gusto.
Nos gustaría decir que Calé es rosarino. Como no lo es, trabajamos para memorar a este "rosariono por adopción" en algunos proyectos, como el de poner una placa en la casa materna de Rosario, sitio que aún conserva intacto el mobiliario desde aquella época.
Sergio López Castillo (CHECHE)
Museo Itinerante de Humor "David Leiva" - Rosario
Asociación Dibujantes de Rosario
Director-editor Revista de humor Anita Negra de Rosario
Estimado Sergio: Gracias por tu opinión y por los datos brindados. Ofrecer y recibir información valiosa es uno de los objetivos de este blog.
EliminarCon respecto al lugar de nacimiento de Calé, en las líneas tomadas de Walger se dice que había nacido en Rosario. Y en cuanto a la misma Walger o en el caso de cualquier otro autor o fuente, siempre he tratado de manejarme con gente o publicaciones dignas de confianza. Creo que la buena fe de todos está, aunque eso por supuesto no impide que cometamos errores. Este blog también busca eso, que el intercambio de datos aclare muchas cosas confusas o mal conocidas.
De mi parte, y como santafesino además, mi gran admiración por Calé, sobre quien espero subir más entradas próximamente. Nadie duda de que se encuentra entre los más grandes humoristas gráficos argentinos que han existido.
Me queda solo agregar que de necesitar alguna material y este se encuentre a mi alcance y me den los tiempos, puedo enviarlo o subirlo aquí.
Por lo pronto, cualquier sugerencia que desees hacer para mejorar el blog, será bienvenida.
Nuevamente, gracias por el interés y por comentar. Saludos.
Calé si bien nació en Bs As se crió desde bebé en Rosario...su casa fue en la calle San Juan.. Sus escuelas y sus potreros fueron de Rosario.. Sus amigos.. Sus esquinas rosarinas marcaron para siempre su destino..... Vivió 19 años en Rosario y 19 en Bs As ...sus restos están en la Chacarita cerca de los restos de Carlitos Gardel... Calé se llamó así... Para el su sobrenombre de chico.. .era su nombre... Calé... Su esencia...
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