Maestros

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miércoles, 1 de diciembre de 2010

Esos raros personajes viejos (II)

En esta segunda entrega me pareció interesante incluir dos personajes - de autores y estilos diferentes - que, sin embargo, tienen una característica en común: no conocemos sus rostros.

Arturo, un mayordomo/mucamo y actor de reparto en la tira Don Fulgencio (de Lino Palacio, nacida en los años '30 en La Razón y que se desarrolló a través de varias décadas en diarios y revistas - la que llevaba el mismo nombre, Avivato, etc -) se destacaba por su carácter solemne y - principalmente - por no mostrar jamás su cara.
Dice al respecto Alan Pauls (1): "Arturo es (...) el paroxismo del humor gráfico de Palacio: un personaje definido exclusivamente por su relación de desajuste con los parámetros formales de la tira. Serio, atildado y circunspecto, su paso por la historieta es al mismo tiempo de una indiscreción escandalosa. El, el personaje sin cara, el excedente del cuadro, es el encargado de delatar ese carácter convencional que el dibujo, por definición, se obstina en naturalizar. Hace aparecer los marcos como coacciones, desnuda el reparto de visibilidades e invisibilidades que está en el corazón de la historieta, y obliga a los demás personajes a comparecer una y otra vez, ante las leyes del género."







Por su parte Lonka (de Atilio - Atilio de Angeli -) tenía su lugar en Cascabel ( segunda mitad de los '40: 1946/7) y también era "anónimo". La revista se encontraba en su ocaso ya que su formato se había reducido a la mitad del de sus comienzos y la tapa no presentaba color.
Siulnas (2) comenta: "Lonka era un personaje muy particular, ya que siempre apareció de espaldas en su historieta de la revista Cascabel. Dicen que ni su autor - Atilio De Angeli, que la creó en 1946 - pudo conocerle la cara. Y como Lonka no quería dar la cara, siempre hacía cosas que no lo obligaran a mirar al lector..."
Además, De Angeli utilizó el nombre su personaje para firmar algunos de sus dibujos.





Dos creadores distintos, épocas similares y un enigma que, según parece, jamás se develó. Justamente el hecho de mantener ese misterio es lo que hace atractivos a ambos personajes.

(1) Alan Pauls: Lino Palacio. La infancia de la risa, Espasa Humor Gráfico, Buenos Aires, 1995.
(2) Siulnas: Aquellos personajes de historieta (1912-1959), Puntosur Editores, Buenos Aires, 1986.
Las tiras de Don Fulgencio fueron extraídas del libro antes mencionado. Las de Lonka pertenecen a los números 256, 264, 266 y 268 (1946) y 277 (1947) de la revista Cascabel.

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