Maestros

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domingo, 20 de octubre de 2013

Patoruzú: Cómo ser joven a los 85




Suele decirse que los personajes de historieta no envejecen. Sin embargo, algunos de ellos casi de manera inevitable se van volviendo un tanto anacrónicos; cambios en las modas, en las costumbres o en las maneras de mirar la vida mediante. Esto no quita, claro, que sigan manteniendo su simpatía y el cariño de quienes leyeron sus aventuras.

Patoruzú (junto a no muchos ejemplos más), representa en cambio bastante más que eso: Siempre ha sido y sigue siendo un símbolo de alegría de vivir y de actitud positiva ante cualquier circunstancia difícil. Sus andanzas nos dejan con la sensación de una brisa de felicidad interior, agradable contagio de lo que él transmite. Por eso las revistas que lo tienen como protagonista se han pasado de generación en generación. Y todo a pesar de lo lejos que estamos de darles a estos héroes de papel la importancia y el valor que sí le otorgan en otras geografías.

Para la mayoría de nosotros está estrechamente vinculado con la infancia y la adolescencia, como la pelota, cierta música o ciertos libros. Quedó ligado a nuestro crecimiento como personas, como un buen amigo que conservamos a través del tiempo.

Mucho se ha escrito sobre el gran cacique, desde los ámbitos de mayor intelectualidad hasta quienes se expresan desde el corazón y los recuerdos. Tal vez, si el espectro ha sido tan amplio, estamos en definitiva ante una nueva muestra de su trascendencia tanto desde lo cultural en términos generales como de la historieta humorística argentina en particular. 

Entre ayer -verdadera fecha de su "nacimiento" (1928)- y hoy se lo ha homenajeado en diferentes medios, los de papel y los virtuales, con la palabra de especialistas o fans, pero siempre con la misma devoción. 
Será que Patoruzú cada día nos hace un poquito mejores, prueba irrefutable de que su espíritu juvenil se mantiene vigente.




Ilustración:  Semanario Patoruzú número 96 (julio 17 de 1939), detalle de la portada realizada por Dante Quinterno.


4 comentarios:

  1. Un juerte ¡HUIJAAA chei!

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    1. Muchas gracias, Sergio!, un honor viniendo de un patoruzista de la primera hora. Un abrazo y gracias por comentar!

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  2. Me sumo al saludo de Sergio! Escribís muy bien, Luis. Me encantó. Lo vi medio tarde pero seguro, Huija, chei!

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    1. Gracias, Hernán. (he tenido muy buenos profesores de literatura, ja,ja). Me alegra que les guste a especialistas como ustedes, que quieren tanto al gran Patoruzú. Un fuerte abrazo!

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