Susana Muzio, autora de Releyendo Patoruzu (Espasa, 1994), dedica allí un capítulo al diablo, o mandinga, o satanás, o lucifer...
¿ Y a qué viene esto? Ocurre que Eduardo (ver comentarios de la entrada anterior) me ha pedido amablemente bajar la historia completa de Payada Diabólica, a lo que he accedido.
Igualmente, le he aclarado que en general prefiero dedicarle espacio a historietas o autores menos conocidos, para recuperarlos y para que todos conozcamos sus obras (incluído yo).
Además está el hecho de que hay super especialistas en el tema como Sergio Maganás, y otros, como Miguel Dao, que pueden referirse con amplitud y capacidad reflexiva a toda la historieta, y a que en este momento hay otro coleccionista que está haciendo el esfuerzo de escanear andanzas completas, siendo ésta la característica de su blog -Mundo Quinterno- y a que tal vez esta historia estaba en sus planes . Sin olvidar a los propios humoristas gráficos -Siulnas, Parés, Nando- y sus blogs, que aportan además algo intransferible: conocen la profesión, el hacer, desde adentro.
Así, con lo que cada cual aporta sobre un misma historieta o dibujante, o al hecho de que cada blog tome una característica particular o temática que la diferencie del resto, el resultado será más rico y -supongo- los lectores estarán agradecidos.....
Va entonces el texto del capítulo al comienzo mencionado:
Mandinga
"Satanás - director del infierno - tiene como única obsesión apoderarse del alma de Patoruzu. En esta epopeya de historieta, el malvado interfiere las aventuras del indio presentándose con distintas máscaras o nombres: Lucifer, Mandinga o sencillamente El Diablo.
La idea de un Lucifer desocupado, que sólo se preocupa por encontrar alguna debilidad denigrante en el alma del indio para derrotarlo, es típica dentro del estilo de creatividad de Quinterno.
Al delinear el personaje de Patoruzu con un grado de pureza y bondad intachables, Quinterno puede polarizar el Bien y el Mal - territorios privilegiados en los arquetipos maniqueos de la historieta clásica - y trascender el paisaje caracterológico de Los Malvados, llegando hasta el mismo demonio, Mandinga.
La obsesión de este Lucifer criollo es vencer al indio, y guiado por la convicción de que un indio tehuelche no puede competir con él, apuesta todas sus propiedades, incluyendo las almas que penan en la Casa del Infierno.
El duelo se desarrolla a lo largo de distintos episodios, en los cuales participan también Upa, Patora, Ñancul, la Chacha y el infaltable Isidoro. Entre azufres y talismanes; el Cielo y el Infierno combaten y disputan herencias, teniendo como testigos o aliados a estos verdaderos personajes de historieta.
Este Mandinga o Diablo Criollo dibujado por Quinterno, mezcla rasgos clásicos en el estilo de las versiones del Fausto con otros que son atípicos y originales. Usa un frac ajustado, botines con polainas, capa con esclavina de donde asoma una cola inconfundible, guantes blancos, y una galera chanfleada sostenida en equilibrio por los cuernos de la frente. Si bien no es Isidoro - con quien complota en algunas aventuras - se le parece en algunos rasgos.
En este combate o guerra de guerrillas entre arcángeles e incubos, Patoruzu se multiplica en una escuadrilla voladora de dobles (1), que portan filosas tijeras para cortar colas demoníacas. A su vez, el ejercito del diablo se defiende con tridentes que Patoruzu termina convirtiendo en cruces salvadoras.
La ingenuidad de la historieta hace posible estas metamorfosis culturales (santos, diablos, incubos, dráculas y arcángeles), donde todo resulta viable, como en el sueño de un niño leído por un adulto.
El duelo se resuelve - a la manera de Martín Fierro - en una payada entre Patoruzu y el Diablo (2). Reproducimos la tira completa de este episodio, dado que incluye muchas claves sobre el sentido general de la historieta de Quinterno y sobre la ética de los personajes". (3)
(1) Se refiere a ¡Metamormagia!, Andanzas número 215, junio de 1972, ed. Dante Quinterno.
(2) La Payada Diabólica , eje de estas entradas.
(3) Por supuesto, hay otras historias donde el diablo se hace presente. Recuerdo ahora, por ejemplo, La cola del diablo (número 58).Hasta aquí por hoy. A partir de mañana voy subiendo esta imperdible historia.
Hola Luis, buenísimo tu blog, super informativo y completo!
ResponderEliminarUn abrazo y felicitaciones,
Kappel
Gracias, Claudio! Me alegra mucho que un humorista gráfico como vos me brinde estos halagos. También motiva para seguir. Estamos en contacto.Y felicitaciones también por tu blog y tu obra.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarRepetí la entrada, por eso la eliminé. Gracias
ResponderEliminar